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...Análisis de la Realidad que Deviene Esquizofrénicamente en la Historia Cotidiana...Multiplexación de Recursos Académicos para la Comunidad de Científicos y Filósofos Doctos...
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LA EDUCACIÓN ES ACCION RIZOMATIZADA EN LA SOCIEDAD ESQUIZOFRÉNICA CONTEMPORÁNEA: COMPRENSIÓN HUMANA EN CONSTANTE DEVENIR





OSCAR JAVIER MURCIA HERNANDEZ
Filósofo

La sociedad humana es un constructo racional que proviene de un “acto educacional”; éste es un esfuerzo que trata de comprender y dinamizar la realidad cambiante y complejizada del orden teleológico de la humanidad. Es imposible pensar “la sociedad” por fuera de la educación. La educación es una condición que afecta indubitablemente al ser humano, que lucha en contra del “estado de naturaleza”[1] y se incrustar, por una disposición vital, en un estado social bien organizado[2]. Por consiguiente, pensar en una sociedad bien establecida es reflexionar sobre la “educación” como un fenómeno paralelo que surge y se desarrolla en nuevas combinaciones que promueven el enlace de la intersubjetividad humana. Esta relación entre educación y sociedad implica un progreso hacia la “complejidad”; hacia un movimiento esquizofrénico en la inconmensurable realidad científica y metafísica del hombre, que se hace indescifrable y que busca sin cesar su identidad antropológica en una “civilización y [en un] «complicado refinamiento», con las posibilidades del genio y de la locura y de todos sus intermedios (Kant – Béjar: 27). Esto indica que todo está incluido en la oferta del fenómeno de la educación y la sociedad; una actividad enriquecida en el ámbito de la libertad sin límites que se extiende hacia los múltiples paralelismos rizomáticos, que se manifiestan en el ámbito del conocimiento y la pedagogía.



EDUCACIÓN COMO FENÓMENO FILOSÓFICO



La educación es uno de los fenómenos más puros que recoge la esencia del hombre en un acto decente que se perpetua de generación en generación. La educación evidentemente tiene su comprensión en la acción[3] porque es en ella, precisamente, donde se encuentra su finalidad, es decir, porque “si educar es, cuando menos, transmitir información y habilidades que no se traspasan con el código genético […] nos ponemos de acuerdo en definir al hombre como aquel animal que produce informaciones y engendra habilidades que NO se heredan biológicamente; tendremos que Paideia y ánthropos[4] forman dos perspectivas de una sola realidad”(Fullat, 2000:20). Así pues, la educación se hace una condición necesaria de la facultad racional del ser humano para conocer su entorno y encontrar verdades sobre sí mismo en el tiempo: generar en su propia reflexión pedagógica[5], prácticas educativas, que detallen la sustancia de su condición humana y la transformen en una declaración positiva de la historia que se manifiesta a modo de una inteligente providencia[6]. El hombre no puede negar que su condición aprehensiva lo orienta hacia mejores resultados en su camino de saberes, “Porque nos las habernos con seres que actúan libremente, a los que se puede dictar de antemano lo que deben hacer pero de los que no se puede predecir lo que harán y que, en la misma sensación de disgusto que les puede venir del colmo de mal, pueden encontrar un impulso para hacer las cosas mejor de lo que fueron antes. (Kant, 1994: 101–102).

En consonancia, el camino de la educación demuestra que el constante devenir humano exhibe una sociedad causada por la interacción y la intersubjetividad entre sus congéneres, cambiando simultáneamente su posición y sus alcances, por lo cual se presenta la necesidad de comprender una sociedad contemporánea que se halla inmersa en las vicisitudes de una pluralidad humana que eclosiona de una manera esquizofrénica frente a las condiciones de sus propias necesidades de consumo. Por lo tanto, establecer una etiología sobre esta sociedad contemporánea es necesario para pensar el mayor alcance de la educación humana.



ETIOLOGIA DE LA SOCIEDAD ESQUIZOFRENICA

Cuando se habla de una etiología, se está interpretando el contenido de la causa del objeto que entra en reflexión. Si en este caso el objeto del presente discurso es la educación como un fenómeno cambiante y abundante en posibilidades, entonces, así mismo se debe tener en cuenta a la sociedad contemporánea como un objeto quimérico que expresa comprensión científica en la reciprocidad humana.

En consecuencia, esta etiología expone particularmente una categorización de la sociedad contemporánea desde la enseñanza de su principal forma: la esquizofrenia[7]. Este es un modo de invención interminable e inagotable de los deseos productores y las pasiones estimuladoras[8] de los seres humanos que buscan aprender: por un lado, “el deseo produce, produce lo real. Si el deseo es productor, sólo puede serlo en realidad, y de realidad” (Deleuze y Guattari, Antiedipo, 2004: 33); por otro lado, la pasión es sinónimo de acción, “Todo es activo, acciona o reacciona en ese sistema, la acción de la voz de la alianza, la pasión del cuerpo de la filiación, la reacción del ojo apreciando la declinación…”(Deleuze y Guattari, Antiedipo, 2004: 196). Esto conlleva a entender que la sociedad esquizofrénica es una máquina ingeniosa[9] que fabrica múltiples realidades, múltiples posibilidades, en sus múltiples disyuntivas; es una máquina de combustión, externa e interna, a base de estímulos gigantescos de la arquitectura intelectual humana, a saber, su principal combustible amalgamado es la economía que deviene en Capitalismo,

“La sociedad construye su propio delirio al registrar el proceso de producción; pero no es un delirio de la conciencia, más bien la falsa conciencia es verdadera conciencia de un falso movimiento, verdadera percepción de un movimiento objetivo aparente, verdadera percepción del movimiento que se produce sobre la superficie de registro. […] el producir siempre se injerta sobre el producto, y las piezas de la máquina también son el combustible. […] El capitalismo nace, en efecto, del encuentro entre dos clases de flujos, flujos descodificados de producción bajo la forma del capital-dinero, flujos descodificados del trabajo bajo la forma del «trabajador libre».” (Deleuze y Guattari, Antiedipo, 2004: 19. 38 39.)

Una máquina que se acopla a otras máquinas formando un solo organismo social que no es enteramente mecánico sino que advierte de la presencia de sus integrantes, socios. Es por esto, que la relación maquínica no tiene otro propósito más que una intención hacia la riqueza de la utilidad múltiple de lo que se genera o produce; en consecuencia, en lo que respecta al fenómeno de la educación, será el efecto rizomatológico quien determine la riqueza de la acción de aprender y del efecto que tendrá esta misma en el tiempo humano.



LA RIZOMATOLOGIA DE LA EDUCACION, PODEROSA NATURALEZA QUE SOBREVIENE EN LA CONDICIÓN HUMANA…

La rizomatología consiste en extraer la unidad de lo múltiple, evitando que el movimiento sea determinación en un sustantivo categórico, esto es, educación no es una noción que se determine según la definición de acción, sino que es multiplicidad en la posibilidad de un ser que se ubica en un concepto vigente y renovado que persiste en la realidad. Es decir, hablar de rizoma[10] es hablar de movimiento de múltiples realidades y posibilidades que no se jerarquizan radicalmente; por ejemplo, una perspectiva rizomática de la educación es evidente cuando en su experiencia fenomenica abarca todas las posibilidades como una realidad posible: En un rizoma hay lo mejor y lo peor: la patata y la grama, la mala hierba. Animal y planta… (Deleuze y Guattari, Mil Mesetas, 2004: 12).

Lo mismo sucede en la sociedad con las posibilidades maquínicas que se ofrecen en el juego de las libertades (múltiples o azarosas), porque sus manifestaciones se canalizan en la objetivación que brinda la educación como rizoma dinámico que edifica lo inverosímil. Por ejemplo,

“El número ha dejado de ser un concepto universal que mide elementos según su posición en una dimensión cualquiera, para devenir una multiplicidad variable según las dimensiones consideradas (primacía del campo sobre el conjunto de números asociados a ese campo). No hay unidades de medida, sino únicamente multiplicidades o variedades de medida. La noción de unidad sólo aparece cuando se produce en una multiplicidad una toma del poder por el significante (Deleuze y Guattari, Mil Mesetas, 2004: 14)"



CONCLUSION…

El perfecto resultado de una interpretación rizomática de la educación en una sociedad esquizofrénica está en que la acción no se puede estandarizar a una visión univoca de la realidad sino que por el contrario dependen de la multiplicidad cosmovisionaria de los socios. La educación se dispara hacia todos los puntos del universo, tanto mecánico como teleológico para generar múltiples conocimientos y pedagogías, sin desechar nada; nada puede estar por fuera de una posible comprensión humana en constante interrogación; nada se escapa, ni siquiera aquello que de la nada ha llegado a existir.






BIBLIOGRAFIA



1. DELEUZE Y GUATTARI, Gilles y Félix (2004). El Anti Edipo - Esquizofrenia Y Capitalismo. España: Ed. Paidos



2. DELEUZE Y GUATTARI, Gilles y Félix (2004). Mil mesetas - Esquizofrenia Y Capitalismo. España: Ed. Paidos



3. FULLAT, Octavi (2000). Filosofías de la Educación, Paideia. España: Ed. Ceac S.A,



4. FULLAT, Octavi (1979). Filosofía de la Educación. España: Ed. Ceac S.A,



5. KANT Y BÉJAR, Immanuel y Agustín (2001). Ensayo Sobre Las Enfermedades De La Cabeza. Madrid – España: Ed. Mt a Machado Libros,



6. KANT, Immanuel (1994). Filosofía de la historia. México: Ed. Fondo de cultura económica.



7. RAWLS, John (2006). Teoría de la Justicia. México: Ed. Fondo de cultura económica,



8. WOLFF, Jonathan (2001). Filosofía política, Una introducción. España: Ed. Ariel.




[1] Primero nos imaginamos un «estado de naturaleza», una situación en la que no hay Estado y nadie posee el poder político. (Wolff, 2001: 24)


[2] Es, pues, una sociedad en la que todos aceptan y saben que los otros aceptan los mismos principios de la justicia, y las instituciones sociales básicas satisfacen y se sabe que satisfacen estos principios. (Rawls, 2006: 410)


[3] La educación es una práctica, una actividad social, una acción […] (Fullat, 1979: 11).


[4] Cultura y hombre.


[5] […] la pedagogía es una reflexión, una teorización, un conocimiento o una toma de conciencia (Fullat, 1979: 11).


[6] “Y esta es la desdicha, que no somos capaces de colocarnos en aquel punto de vista cuando se trata de pre­decir las acciones libres. Pues sería el punto de vista de la Providencia que excede a toda sabi­duría humana, que abarca también las accio­nes libres del hombre, que éste puede muy bien ver pero no prever (para el ojo divino no hay aquí ninguna diferencia) porque para esto ne­cesita la conexión de las leyes naturales, indi­cación que hay que rechazar tratándose de las futuras acciones humanas.”(KANT, 1994: 102-103)




[7] Cuando decimos que la esquizofrenia es nuestra enfermedad, la enfermedad de nuestra época, no queremos decir solamente que la vida moderna nos vuelve locos. No se trata de modo de vida, sino de proceso de producción. (Deleuze y Guattari, Antiedipo, 2004: 40 )


[8] La esquizofrenia es la producción deseante como límite de la producción social. (Deleuze y Guattari, Antiedipo, 2004: 41 )


[9] […] sabemos perfectamente que el objeto real no puede ser producido más que por una causalidad y por mecanismos externos, pero este saber no nos impide creer en el poder interior del deseo para engendrar su objeto, aunque sea bajo una forma irreal, alucinatoria o fantasmática, y para representar esta causalidad en el propio deseo. La realidad del objeto en tanto que producido por el deseo es, por tanto, la realidad psíquica. Entonces podemos decir que la revolución crítica no cambia para nada lo esencial: esta manera de concebir la productividad no pone en cuestión la concepción clásica del deseo como carencia, sino al contrario se apoya en ella, se extiende sobre ella y se contenta con profundizarla. (Deleuze y Guattari, Antiedipo, 2004: 32 )


[10] Sustraer lo único de la multiplicidad […] Este tipo de sistema podría denominarse rizoma. Un rizoma como tallo subterráneo se distingue radicalmente de las raíces y de las raicillas. Los bulbos, los tubérculos, son rizomas. Pero hay plantas con raíz o raicilla que desde otros puntos de vista también pueden ser consideradas rizomorfas. Cabría, pues, preguntarse si la botánica, en su especificidad, no es enteramente rizomorfa. Hasta los animales lo son cuando van en manada, las ratas son rizomas. Las madrigueras lo son en todas sus funciones de hábitat, de provisión, de desplazamiento, de guarida y de ruptura. En sí mismo, el rizoma tiene formas muy diversas, desde su extensión superficial ramificada en todos los sentidos hasta sus concreciones en bulbos y tubérculos: cuando las ratas corren unas por encima de otras. (Deleuze y Guattari, Mil Mesetas, 2004: 12)