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CONFESOR DE UN LAPSO INVISIBLE...

...Análisis de la Realidad que Deviene Esquizofrénicamente en la Historia Cotidiana...Multiplexación de Recursos Académicos para la Comunidad de Científicos y Filósofos Doctos...
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UN VERDADERO PARADIGMA DE UNA ETICA MUNDIAL PARA LA POSMODERNIDAD




¿Qué importancia tiene un replanteamiento moral en el paradigma de la posmodernidad?

Los hombres han sido conscientes de una realidad que se ha estado edificando desde los grandes  acontecimientos que han marcado la historia, por lo cual declara el evidente cambio del paradigma epocal: modernidad – posmodernidad; son testigos de una serie de acontecimientos históricos difíciles que han marcado radicalmente toda las complejas estructuras de la existencia en el universo mecánico, pero han estado aturdidos frente a su realidad teleológica.  Así pues, aquellos campos fundamentales en los que el ser humano se ha mostrado como un ser colectivo, político, religioso, económico, cultural, y especialmente, ético, han evidenciado la esencialidad del significado del hombre y la posmodernidad, a saber, una desvitalización general de los preceptos positivos de la historia en las costumbres. Esto demuestra que la multidimensionalidad del fenómeno humano se expande en consideración de su voluntad y esto impulsa una nueva formulación de su "telos" en el mundo.

Por lo tanto, la realidad se descubre frente a nuestra condición pensante y es clara la presencia del bien y el mal. Se sabe que la libertad existe en la comprensión del bien, pero se prefiere la esclavitud del mal en los artilugios que se envilecen, entre los alucinantes y miserables productos que resultan de la economía que recicla y descarta el valor del Ser, por el valor de la cosa, y esto, deja al descubierto el punto de partida para denunciar una ruina que deviene en caos humano, más no natural.

La libertad es una máxima subjetiva para cada ser individual que tiene mente y se sitúa en el tiempo. Ahora, como se ha mencionado, y tal vez,  pronosticado, también esta misma libertad, con su propio sentido, se ha desplazado hacia un campo de confusiones que no asimila la cotidianidad, y entonces, lo bueno y lo malo se convierten en unipolaridad, en la misma cosa.

El hombre de la posmodernidad, entiende la libertad de forma inapropiada, no como condición permanente sino como un concepto desposeído o hueco, sin orden, todo es posible; y no queriendo satanizar él termino, se puede afirmar que su configuración ideal ha mudado y ahora está más enfocada hacia el mal para deshabilitar la sindéresis[1]. La libertad se ha utilizado más para generar daños en las relaciones humanas que para entender su fenómeno en el universo, esto es, como sujeto en cambio y como integrante cosmopolita; concibiendo toda una mentalidad degradante que deviene en aplicación de un estado dominante - dominado, como si esto fuera una cadena de selección natural.

Ante toda esta problemática de una mentalidad errónea es necesario crear un nuevo orden; un nuevo replanteamiento de mentalidad que permita a los hombres tomar conciencia de la necesidad de reformar las estructuras morales para que la libertad permita realizar una concreta adecuación del cosmos en el que vivimos para la supervivencia estable y apropiada en el futuro.

El cambio de paradigma epocal (modernidad – posmodernidad) crea en el hombre toda una desorientación moral. y aunque es forzado en un cambio de tiempo, por algunos acontecimientos, genera toda una transición de mentalidad que despierta unos intereses hacia una realidad con deficiencias éticas, que destruye la dignidad y crea al neo esclavo de necesidades activas e inagotables.

Ese cambio de mentalidad significa la pérdida de uno de los aspectos más fundamentales del hombre para la supervivencia en este mundo; la estructura ética racional y el discernimiento moral. La falta de discernimiento es entorpecimiento en la mayoría de los hombres; la ausencia de racionalidad es crisis de comportamiento que se manifiesta primordialmente en el “desmoronamiento de las tradiciones, de un sentido global de la vida, de criterios éticos absolutos y carencia de nuevos fines, con todos los daños psíquicos que de ellos derivan”. Ahora los hombres en su mayoría se encuentran desorientados, sus prioridades más fundamentales de la vida no se definen ni se proyectan por causa de problemas como la “frustración, el miedo, la drogadicción, el alcoholismo, el sida, y la criminalidad” que a pequeña y gran escala, afecta el orden y la continuidad del mundo.

Se puede decir que el mundo se ha enfermado moralmente porque lo golpearon muy duro en la cabeza. Hechos históricos como, la Primera guerra Mundial, la Revolución Rusa, las crisis económicas, la Segunda guerra Mundial, la Guerra Fría, han arremetido contra la continuidad del comportamiento humano, y lo han contaminado de incertidumbre el porvenir humano y un resentimiento surge con el comportamiento de los habitantes mundiales en la ausencia de valores y la desobediencia con normas en el ámbito político, social, económico etc. Sin lugar a dudas, es claro que el elemento moral influye primordialmente en todos los ámbitos cotidianos del hombre.

Es por eso que existe la necesidad de crear un nuevo proyecto de ética en el mundo, en el que se involucren elementos humanistas que resalten la dignidad del hombre como un ser que necesita de la reorganización de su ambiente colectivo para poder emprender un camino de desarrollo integral y equitativo, porque su verdadera meta es llegar a ser más humano.

Es necesario, y es un imperativo para el camino de humanización, hacer una relectura reflexiva de los Derechos Humanos para construir una nueva sociedad democrática; porque es desde estos preceptos en donde los hombres pueden descubrir un “consenso de valores, normas y actitudes” que puedan dar inicio a una neo constitución ética de las estructuras humanas que permitan descubrir una posible salida al vacío existencial al que se estaba sometido. No hay que olvidar que para esto el uso de la fuerza debe sucumbir ante el valor de la vida humana.

Es posible pensar en el hecho de crear una nueva organización moral orientada a la emancipación real de las costumbres estableciendo con seguridad y confianza el alcance de un fin último o derecho teleológico: ser feliz.

Todo el proceso de cambio de mentalidad y continua reflexión tiene que llevar pues, unos pasos para la construcción de un modelo estructurado de comportamiento que determine los actos humanos sobre un carácter de racionalidad y de juicio. Este modelo se puede considerar como una “ética de responsabilidad”, en el cual solo funciona en el cumplimiento de una “ética de pensamiento original” (esta segunda permite que la primera encuentre una base para su desarrollo).

Es importante resaltar y dejar claro que el hombre en definitiva, desde una visión humanista, debe ser siempre en esta época posmoderna, el sujeto y el objeto de la realidad, porque definitivamente los órdenes sistemáticos de la ciencia, están hechos en total intención a la comprensión y al desarrollo de la especie humana; un mecanismo que deben estar siempre al servicio del hombre y no viceversa. En síntesis, el hombre contemporáneo debe ser el protagonista de su época y orientar su pensamiento hacia la consideración de su vida como un misterio que debe ser comprendido para entrar en armonía con el cosmos.

Para dar vigencia a lo anterior hay que decir que todo este dogmatismo expuesto solo tiene sentido a partir de una propuesta fundamentada en el ejercicio de la acción comunicativa pública porque convoca a todos los habitantes del mundo para que el proyecto entre en cumplimiento, es decir, para que un nuevo orden ético sea posible desde la globalización de la información seria que permita la expansión de una mentalidad sana y fresca. Esta globalización de la información se complementara con todo aquel recurso de buena voluntad en los métodos de enseñanza como las cátedras de enseñanza, los seminarios de experiencia, los foros, etc.

Después de todo un proceso de contextualización como el que hemos hecho hasta aquí, es necesario identificar ahora, los problemas más sobresaliente en el proceso del consenso humanista. Tales inconvenientes pueden ser:

La pérdida del sentido y valor por la vida. Muchos hombres en este tiempo se juegan con la vida propia y ajena de manera deshumanizante. Los seres humanos han desacralizado el concepto de la vida, en cada nación, cultura, religión y raza. Se está matando a la gente por la falta de recursos humanistas y por intereses de poder realmente inertes. Por ejemplo, la falta de educación en las ciencias humanas por la inserción masiva de la educación técnica a causa de la economía salvaje y los ambiciosos proyectos gubernamentales que arrasan con la propiedad y vida de los menos favorecidos en el mundo.

Se ha creado una sociedad mitómana  aferrada a intereses individuales que no tienen otro fin que desencadenar contiendas de deslealtad, engaños, traiciones, falacias, corrupción etc, por publicidad desmedida que promueve el acceso al poder sin límite. El hombre miente por intereses propios y egoístas, la verdad es solo un obstáculo en un mundo de fieras megalómanas. La filosofía debe trabajar en este sentido denunciando críticamente lo que es falaz, siguiendo aquella recomendación del filósofo al que preguntaban para qué aún filosofía?, y él contestaba, “ para que no nos engañen”, “para que no nos timen”. Esto procurara en cada uno una actitud saludable que conduzca al bien del conocimiento y no a la aborazada destrucción que trae consigo la oscuridad de la mentira

Se está manipulando el cuerpo de las personas desde una multiplicidad de intenciones políticas que sobrepasan su dignidad: abortos, clonación, tráfico de órganos, experimentación inhumana, tráfico de personas y comercio ilegal sexual, esclavitud en maquilas, degradación por propagación de enfermedades sexuales por ausencia de educación, la instauración de problemas mentales-afectivos por la información sin control…; todo esto es una forma de evitar la consolidación de las costumbres como una alternativa que puede salva la vida mundial.



Todos estos actos que van en contra de la honestidad y la honradez entre los seres humanos están acabando con la mentalidad de un buen progreso que  comprenda a las generaciones posteriores, porque todo se transmite y de la misma manera, se practica. El Estado debe buscar cerrar brechas entre ricos y pobres no solo con la asistencia material, sino que debe abrir y compartir el conocimiento científico y moral con los demás hombres. Aunque el neoliberalismo ha generado individualismo, egoísmo, indiferencia y ausencia, no se puede olvidar el poder de la  “Justicia Pública” en el verdadero sentido de la palabra, se encontrará en un efectivo acontecimiento de la comunicación global.  


A todo esto se debe tener en cuenta  diferentes aspectos comprendidos de la siguiente manera:

Es necesario enseñar de que la vida no es un objeto inanimado o una condición difícil de afrontar, sino que es un don dado por Dios mediante un proceso natural que se ha venido gestando desde hace miles de años; me refiero a que el hombre es el único ser que tiene la posibilidad de repetir todo el ciclo de evolución en nueve meses, teniendo en cuenta su condición de pensante.

También sirve la aclaración de que la vida no se puede manipular irresponsablemente como un objeto desde un laboratorio tal como lo han hechos algunos científicos “malvados”; la educación en las universidades debe ser más consciente de una integralidad humana que protege, no que destruye.

Es necesario implantar en las familias nuevos mensajes de reorientación que fomenten la honestidad y la transparencia, que enriquezcan las costumbres.

También es bueno en las instituciones de educación secundaria se creen ambientes apropiados para crear cambios positivos en las costumbres por medio de la difusión de contenidos humanos en medios de comunicación social. 

La desigualdad es el epicentro de toda la enfermedad social, política jurídica y moral. Si se trabaja de manera integral en los sectores más necesitados con un asistencialismo educativo-moral y económico, tal vez el problema de la desigualdad se pueda ir atenuando hasta un nivel controlable.  Se debe detectar la corrupción y trabajar para quitar campo al poder de la destrucción humana que no sabe sobre el tesoro de la convivencia y la cooperación humana.

Para concluir con este proyecto, es necesario que todo gire bajo unos presupuestos de superestructura que sustenten y orienten todo el andamiaje de esta propuesta:

El hombre es un ser que tiende a lo bueno y tiene la posibilidad de afrontar toda clase de problemas morales por su condición pensante y reflexiva. 


La paz solo es posible cuando los seres humanos reconocen la importancia del otro en un ambiente de cordialidad que se funda en la Cultura y no violencia.



[1] Ley de los primeros principios: hacer el bien y evitar el mal.